miércoles, 25 de enero de 2012

Una Exquisita Salsa a base de Vino

Siguiendo en la linea de los vinos, éste néctar fermentado de uvas puede fácilmente ser usado en la cocina, razón por la que quiero compartir una receta de mi propia creación y para mi muy especial. Es una de las recetas preferidas de mi padre y que me la ha pedido mil veces y mil veces la ha perdido, así que esta vez dejo constancia de ella en la red para que pueda buscarla cada vez que le apetezca.

Es una salsa con base de vino tinto perfecta para acompañar carnes rojas, en especial el cerdo aunque con el pavo va muy bien también. Un buen solomillo de cerdo sazonado con pimienta negra, sal gruesa y eneldo, vuelta y vuelta en una plancha bien caliente es un plato delicioso. Pero si éste Solomillo es acompañado con una Salsa de Grosellas, Frutos del Bosque, Granadina y Vino Tinto, ya se convierte en una comida que eleva al nivel de "Manjar de Dioses" a dicho plato. 

Lo que les sugiero preparar con esta receta es:

"Solomillo de Cerdo con Salsa de Grosellas, Frutos de Bosque, Granadina y Vino Tinto con una guarnición de Puré Grueso de Patatas y Pimientos Asados"

Como siempre comento, el objetivo de este blog es permitirles a ustedes cocinar gourmet todos los días con los productos que pueden encontrar en casa o en el supermercado. Muchas veces no disponemos de caldos para las bases de las salsas, por lo que el uso de Cubitos Concentrados son perfectos para este menester, incluso el uso de frutas de temporadas o exóticas puede remplazarse por ofertas de los mismo (jugos ya preparados, pulpa congelada, concentrados) que hoy encontramos en nuestro centro de abastecimiento cercano. 

Para esta receta necesitaras un buen magro de cerdo si no encuentras el solomillo (o la economía no nos lo permite). Está escrita paso a paso como recomiendo hacerla:

Corta el solomillo en medallones de unos 3 o 4 cm, sazónalos con sal, pimienta negra y eneldo molido.

Prepara un puré de patatas (dejándolo muy grueso, con tropezones de papas), con mantequilla, un poco de leche, un toque de queso cheedar rayado y sal. Para hacer un puré rapidamente, pela y corta en cuadritos las patas antes de hervirlas. Reservalo en caliente.

Preparamos la salsa, para la que necesitaras:
  • 100cc de Zumo de Grosellas, bien colado sin residuos
  • 100cc de Zumo de Granadina igual
  • 100cc de Zumo de Frutos del Bosque, idem
  • 1/2 taza de Vino Tinto con mucho cuerpo (Rioja, Cabernet o el que tengas a mano)
  • 2 o 3 cucharadas de Azúcar Moreno (al gusto)
  • 1 o 2 Cubitos de Caldo Concentrado de Jamón o Costilla Criolla
  • 1/2 Lamina de Gelatina sin Sabor
  • Sal Gruesa
  • Maizena para espesar

En un pequeño sartén a fuego medio, agrega los zumos y el azúcar, deja reducir y agrega el vino y los cubitos.Mientras tanto en un platico llano con agua,  hidrata la gelatina y en una taza pequeña con un poco de agua diluye una cucharadita de maizena que necesitarás al final.

Revisa la salsa, mejora el punto de sal y de azúcar a tu gusto, agrega la gelatina y diluyela rápidamente. Esta le dará una brillantez y elasticidad muy apetitosa. Llévala al punto de espesor deseado agregándole poco a poco la maizena y revolviendo vigorosamente la salsa, ¡Lista para servir!, así que resérvala en caliente.

En una sartén bien caliente hecha un buen chorro de aceite de oliva y coloca dos pimientos verdes por comensal a asar, importante que se doren por todos las lados y sazonalos con sal gruesa. Tenlos al fuego hasta que pierdan un poco de rigidez sus carnes.Yo suelo quitarles las semillas y abrirlos de punta a punta.

Mientras tanto en otro sartén muy caliente rocialo con aceite y coloca los medallones, sazónalo con un poco de sal gruesa. Solo debes dorarlos por ambos lados un par de minutos, queremos que la carne esté jugosa por dentro.

Emplata un par de medallones, una porción de puré y dos pimientos. Ensalza la carne poniendo una buena cantidad alrededor de la misma y déjale caer un chorrito encima, de esta manera permites que cada comensal disfrute de la salsa y de la carne a su gusto, espolvorea el plato con perejil picado.

Prepárate para degustar un plato gourmet que despierta muchos adeptos, tus comensales pensaran que dedicaste mucho tiempo en la cocina, pero en realidad solo necesitarás unos 30 minutos para hacerlo (desde 0). Es precisamente en la sencillez y delicadeza de esta preparación que radica su exquisitez y permite disfrutar del sabor de todos sus componentes, sin dejar de sorprender la carga de cualidades gastronómicos que intervienen en cada bocado. 

Una salsa con matices agridulces y con sabor intenso, de un color burdeos brillante y provocativo, que en el paladar explota una serie de trazos dulces, salados, ácidos y frutales que es poesía para las papilas gustativas, una experiencia única que maximiza una carne ya deliciosa por si sola y que acaba siendo la música de una buena película.




Vino nuestro de Cada Día





Me sorprendió recientemente leer que la palabra "BRINDIS" que al escucharla nos lleva inmediatamente a momentos placenteros en su mayoría, viene de la expresión alemana: "ICH BRING DIR'S", que significa YO TE LO TRAIGO. Esta palabra llegaría al español por medio de los italianos: cuentan que los lansquenetes (en alemán Landsknecht, servidor del país (de «Land», tierra o país y «Knecht», servidor), nombre con que se designó a algunos mercenarios alemanes que operaron entre el siglo XV y el XVII) de Carlos V saquearon la ciudad de Roma y celebraban la victoria alzando copas con vino y gritando esta expresión.

Cuantas veces no hemos BRINDADO ( o YATELOHETRAIDO) con ese agua de dioses fruto si se quiere del Dios BACO que desde la antigua Grecia nos dejó este formidable néctar, pero no es así. La historia del vino parece haber nacido casi con el hombre. Se conoce, que desde los antiguos egipcios ya se hablaba y se escribía sobre un brebaje medicinal sacado de las uvas. Quizás la primera vez que el homo erectus probó esta bebida habría sido con una racimo de uvas fermentadas que lo pusieron sabrosón, con vidilla, alegre que se dice y desde entonces le agarro el gusto de beber fermentado el zumo de aquella fruta.

Lo cierto es que desconocemos el origen (como si eso importara) de una de las bebidas más universales del mundo, compartida por ricos y pobres, realezas y plebeyos el vino ha sido y seguirá siendo (como dijo Benjamín Franklin) la bebida que hace "la vida más fácil y llevadera, con menos tensiones y más tolerancia", ¡claro esto por un par de horas nada más!.

A mi me llegó pronto el disfrute de este placer. Aún adolescente pero ya entrando en la etapa de la adultes (que no es adulterio por si se confunden) conocí al famoso vino pasitas, sacado de la fermentación nada más y nada menos que de la Banana fermentada (cambur para los paisanos). Con un dulzor engañoso y un poder alcohólico quiebra-vergüenzas, recuerdo las veces que la alegría se apoderó de mis pensamientos y acciones y quien sabe cuantas tonterías abre hecho (gracias a Dios en aquella época no habían móviles con cámaras).

Lo cierto es que poco a poco fue más interesante el acercamiento al vino y su alegria etérea. Empezaron a llegar a mí vista los tintos, los blancos, los rosados, luego a mí gusto los dulces, semi-dulces, secos, abocados, semi-secos, jóvenes, para finalmente llegar a mi paladar por sus nombres; el Cabernet, el Sauvignon, el Merlot, el Malbec, el Chardonnay, el Tempranillo, el Rioja, los maravillosos Pinot: Grigio, Noir o Meunier. Muchos procedentes del Sur del continente desde Chile o Argentina, otros del norte, desde California o muy lejanos desde Australia. Cabernet franc, Carignane, Grenache, Mouvedre, Petit Sirah, Petit Verdot, Sangiovese. Y pare usted de contar, hasta pasando por la "Leche de la Mujer Amada" por cierto germánico como el "Brindis".

El vino es una bebida que nos puede acompañar en cualquier momento, tanto en las alegrías como en las adversidades. Por eso para ser un buen gourmet no debes cerrarte a la idea de compartir más veces un buen vino (o una cerveza, ¡claro está!) a diario. Hasta lo recomiendan los médicos, sin excesos, como debe ser. Pero no te limites a solo "ocasiones especiales", cada día hay muchas razones por la que servirte un par de copitas (una para ti y la otra para quien tu quieras) y veras como las relaciones entre tu pareja, tu familia y tus amigos tienen su momento especial para hacer una buena y serena conversación.


Cuando decidas tener una cena especial y quieres lucirte acompañando la velada y la comida con vinos te recomiendo que:
- Los vinos blancos los sirvas antes de los tintos.
- Se debe servir primero los vinos más jóvenes y deja los más añejos para luego.
- En ese mismo orden debes servir primero los vinos de menos cuerpo (menos sabor por decirlo de una forma mas coloquial) y deja los más intensos para el final (los podrás diferenciar por la cantidad de tanino o por sus colores mas intensos y menos traslucidos)
- Y lógicamente primero sorprende a tus comensales con vinos secos y vas llevándoles a los más dulces.

Al igual que tu cena va agarrando fuerza y sabor, tu selección de vinos debe ir acompañando este IN CRESCENDO de sabores. Por regla general se acompaña el pescado, los mariscos y algunas carnes blancas con vino blanco, el tinto a las carnes rojas y los dulces con el postre o como aperitivo.


Si quieres más información puedes consultar el siguiente web site:
  http://www.sabormediterraneo.com/vinos/temperatura_vino.htm


Mi experiencia es que puedes sorprenderte como algunos tintos jóvenes pueden realzar unos mariscos o carnes blancas. Para mi también debes escoger el vino con la forma de cocción o presentación de la comida que va a acompañar, para un pescado preparado muy delicadamente, vino blanco, semi-seco. Pero si es un pescado frito o con una salsa fuerte y picante veraz como un tinto joven o un rosado lo convierte en una maravillosa experiencia en el paladar. La mejor forma de saber es experimentar, así que antes de tener invitados preparate en la intimidad de tu familia esta aventura culinaria y después sorprende a tus amigos.

Este tema es muy extenso y seguramente tendré que volverlo a tocar más adelante pero es un comienzo, si aún no te has dejado cautivar por semejante néctar.


Aún recuerdo la vez que invité a mi primo Ricardo a una clase sobre cata de vinos organizada por Industrias Polar en Venezuela que comenzaban a hacer vinos propios de la tierra y presentaban su "Tempranillo".

Comenzó muy bien con el reconocimiento de esencias, porque lejos de lo que algunos creen, el buen vino como la buena comida o una bella dama se comienza a disfrutar en el olfato, ese sentido que nos deja percibir aquello que está y no se ve, como un cervatillo que huele en el ambiente la presencia de un tigre, igual nuestro cerebro se deja cautivar primero por el olor, las fragancias que nos llegan, el BUQUÉ dicho por un experto. Poder encontrar el olor a madera, a chocolate, a frutas, a canela, a orégano, a picante es un placer que debemos aprender a volver a tener.

Luego pasamos al disfrute y reconocimiento del color, a sus matices, a esos brillos en la copa, esos colores tan rojos y vivos como la sangre y tan brillantes como el oro, el trigo, evocadores a los labios de una jovén mujer, deseosos y seductores.

Y claro teníamos que llegar al climax de una degustación, de una cata. Dejarnos seducir por esos sabores en boca, los taninos, las especies, la dulzura y la madurez, ese redondo en paladar que te deja abierto todos los sentidos y que poco a poco te va dejando también al descubiertos los sentimientos y la alegría de niños siempre oculta por las reglas de la sociedad.

Para hacer más increible esta subida al mismo Olimpo cada vino fue acompañado por una tapa, un entremes, un canape, uno más increible que el anterior. La idea era poder apreciar como un buen vino, bien escogido, era una acompañante especial para cada tipo de comida, como la realzaba y ensalzaba hasta lo más alto de nuestro gusto.

Una prueba final serían las temperaturas ideales para cada tipo de vino, tan frio como para perder el sabor o tan caliente para ser hasta repulsivo...había que conocer exactamente la temperatura de cada selección, justo donde todas sus propiedades y magistrales matices se coronaban y nos deleitaban en todo su esplendor. Y rematamos con una degustación de espumosos champanizados, brut, cavas, burbujas locas que acompañan al exito (o asi nos lo vende la publicidad y el cine).

Hasta aquí todo suena muy poetico, romantico y hasta dan ganas de servirse un vino ya mismo. El detalle es que nadie nos dijo que NO DEBIAMOS TOMARNOS TODAS Y CADA UNA DE LAS COPAS QUE NOS SIRVIERON. Nadie se tomo un segundo en decirnos que solo llevaramos al paladar y luego escupiéramos el buche de vino que habíamos "catado" porque podríamos terminar más borrachos que una cuba. Así que se podrán imaginar al final del recorrido quienes estaban ligando (hechandole los perros) con las promotoras de Polar y cantaban rancheras!.

Un consejo para concluir: cada vez que te inviten a comer a una casa, con unos amigos o simplemente una reunión haz lo que pregona el BRINDIS y lleva una buena botella de vino, para que puedas levantar tu copa con orgullo y decir "ESTE TE LO TRAJE YO".
" Los Hombres son como los vinos: la edad agria a los malos y mejora los buenos" 
                                                                                                                          Marco Tulio CICERÓN

sábado, 21 de enero de 2012

Con una PISCA de SABOR


Estoy casado con una australiana-española y le encanta la buena comida, nuestra luna de miel fue en Venezuela y evidentemente (como diría un venezolano) teníamos que ir a Mérida, nuestra tierra fría, final de la impresionante cordillera andina con sus 5 picos de nieves eternas, pero sobre todo de una gente maravillosa y encantadora y una gastronomía excepcional. Allí ella se sorprendió que yo me desayunara con ese típico plato merideño a base de su sopa más característica: LA PISCA ANDINA. Ella quedó encantada con esta joya de nuestra comida, tanto que de vez en cuando me pide prepararsela para el almuerzo o la cena, como plato único por su gran fuente de proteínas y su completo valor nutritivo.
Justo ayer cenamos, a solicitud de ella, este manjar de dioses. Hoy les dejo aquí mi receta especial de esta sopa, (los que me conocen saben que he sido y soy muy receloso y egoísta con mis recetas, pero después que te haces viejo dejas esas tonterías para los jóvenes) para que tomen la cocina por asalto y disfruten sorprendiendo a sus comensales una tarde de invierno, que con el frío estas sopas bien cargadas de sabor siempre son bien recibidas y más si calientan el cuerpo y alegran al espíritu.
Primero que nada para los que no lo sepan, la PISCA como el CHUPE son típicas sopas de los países andinos a base de leche, huevo y papa (o PATATA como se dice por estos lados desde que en tiempos de la colonia y gracias a España, Europa toda se rindiera a los pies de este tubérculo americano y de su prima hermana la BATATA, que muchas veces compartían el mismo estanco de venta y de allí esa fusión de nombre PAPA+BATATA=PATATA). Dándole a esta comida una especial y suave textura al paladar, ese dulzor que nos encanta en platos típicamente salados y una carga energética única.
En un principio es una sopa muy sencilla de preparar y ligera de digerir, con base de un buen caldo de pollo (preferiblemente) o carne (en el caso de la PISCA NEGRA) aderezada con un sofrito de cebollín  (cebollino) y ajoporro (puerro), rematada con cilantro, leche muy caliente (casi a hervor) y un huevo crudo que se cocería dentro de ella antes de servirla. Servía para que los campesinos andinos entraran en calor mientras el Sol calentaba el ambiente antes de la faena. Eso si, acompañada siempre de una deliciosa arepa andina y mantequilla o nata (crema agria) que le terminaba de aportar el valor alimenticio de una comida completa. Algunas familias acostumbraban a colocar una mazorca troceada e incluso queso ahumado que la hace aún más deliciosa.
En esta receta que les propongo es mi versión gourmet de este plato exquisito, intentando ofrecer a los comensales una delicadeza y cremosidad en paladar, sin perder la esencia de esta comida y presentada de una forma elegante y soberbia. Consiguiendo así un primer plato sorprendente o un único plato fabuloso de compartir. Las medidas suelen ser referencias, cada cocinero debe y tiene que dar su toque especial en cada comida que prepare. Yo soy partidario que en casa se use los productos que nos simplifiquen la vida, así que no duden en usar cubitos concentrados de caldos, especies deshidratadas, productos congelados. Al final el amor con que se prepare se notará en personas sonrientes sin querer levantarse de la mesa conversando de la comida y en los platos vacíos.
Los ingredientes para 6 personas son:
1 Kilo Papas
1 Pollo
2 latas Maíz tierno desgranado
1y1/2 Lts. Leche
1 lata Nata
1 Cebolla grande
3 Cebollínes grandes
1/2 Pimentón Verde (Pimiento)
1 Ajoporro (Puerro)
1 rama o penca de Celery (Apio) 
2 cucharadas Aceite de Oliva
Pimienta Blanca
Papikra
Sal
Cilantro
Eneldo
2 Huevo de Gallina
3 Huevos de Codorniz por invitado
- En Litro y medio de Agua ponemos el pollo a hervir para sacar su sabor, agregamos 3 cubitos de caldo de pollo para hacer la base de nuestra sopa. Unos 30 minutos.
- Mientras cortemos muy fino la cebolla, el cebollín (todo incluyendo la parte verde), el pimentón, el celery y el ajoporro. Con el aceite de oliva haremos el sofrito a fuego medio, hasta cristalizar la cebolla.
- Sacamos el pollo y desmenuzamos su carne en trozos medianos (suficientemente grandes para un bocado), la reservamos.
- Dentro del caldo agregamos la papa cortada en cubitos y el sofrito, hasta que la papa ablande.
- Entonces agregamos el pollo y los huevos de gallina que rompemos vigorosamente dentro del caldo hirviendo (yo suelo usar el batidor para esto, moviendolo vigorosamente de lado a lado) . Debemos conseguir que queden hilos de huevo suspendidos en el liquido. 
- Adicionamos el maíz y la leche que debemos calentar antes. Mantenemos a fuego medio la sopa mientras salpimentamos al gusto, damos unos toques de papikra (y dependiendo de los gustos se le puede añadir un toque picante con pimentón picante en polvo), el cilantro y dejamos mezclar los sabores por unos 20 minutos más. Importante es que aunque debe estar muy caliente, no rompa en hervor fuerte la leche.
- Agregamos la nata liquida, corregimos la sal y pimienta. Y dejamos unos 10 minutos más. Mientras vamos abriendo los huevos de codorniz en un bol.
- Apagamos y dentro de la sopa vamos agregando con una cuchara cada uno de los huevos de codorniz por separado (si lo prefieres puedes ir abriendo los huevos y echándolos a la sopa directamente) para que se cocinen dentro de la sopa y de forma de poder servir a cada comensal en su plato los tres huevitos hechos.
- Servimos bien caliente, buscando que siempre queden los huevitos de codorniz flotando, espolvoreamos con eneldo y acompañamos con una arepas andinas o pan tostado con mantequilla y ajo. Un vino blanco semi dulce y un jazz de fondo (o la canción "Soy de los Andes...soy puro corazón..." si eres muy patriótico) y a disfrutar. 
Recuerda, la comida tiene tres formas de ser disfrutada: por su apariencia y presentación, por su sabor y olor y por las personas que te acompañen en la mesa. Espero que te atrevas a prepararla y me cuentes que te pareció. ;) 

jueves, 19 de enero de 2012

Ser o no ser GOURMET? That's the cuestion!



Buscando en Wikipedía encontré una definición de Gourmet (palabra francesa que identifica a la persona altamente conocedora de comidas y vinos) que me pareció adaptarse al concepto de negocio que nos habiamos planteado:
"Un gourmet o gurmé es una persona con gusto delicado y exquisito paladar, conocedor de los platos de cocina significativamente refinados, que tiene la capacidad de ser catador de talentos de gastronomía al probar el nivel de sabor, fineza y calidad de ciertos alimentos y vinos.
Parámetros: Un catador de comida distingue en sus observaciones, si un plato es "delicatessen", es decir, si va de acuerdo con las exigencias que requieren las debidas preparaciones de los productos alimenticios de la más alta gastronomía. Existe una amplia variedad de comidas y bebidas gourmets: desde embutidos, jamones, quesos, caviares, pastas, carnes, aves, mariscos, salsas, mermeladas, panes, semillas, granos, chocolates, postres, vinos, licores, cafés y hasta helados.
A la hora de emplatar se puede considerar delicatessen desde las composiciones más sencillas hasta las más laboriosas como, por ejemplo, los adornos florales comestibles. Ser gourmet es, al mismo tiempo, poseer un cúmulo de experimentados conocimientos en la materia gastronómica, una filosofía (Gastrosofía); así como sostener un estilo de vida, ser gustoso por los mejores sabores, y por lo tanto selectivo. Suele suceder que quien adopta esta forma de percibir el mundo, su gusto no solamente se enfoca hacia la comida, sino que también se extiende por el buen vestir y la buena música.
Hay negocios que se inauguran con la intención de captar clientes que practiquen este peculiar modo de vida. Los hay desde bares hasta restaurantes, tanto nacionales como internacionales. Existe inclusive en la televisión por cable un canal exclusivo para temas de esta materia "El Gourmet"
De allí que el nombre de nuestro negocio compartiera la palabra GOURMET en su desplegado. Ese es el concepto de vida que llevamos en casa (aunque en el vestir no sea yo precisamente un gourmet). Desde la compra en un supermercado o una tienda hasta la preparación y presentación de los desayunos, almuerzos y cenas hemos sido definitivamente muy sibaritas. ¿Por qué pensar que debe haber una comida especial, mas adornada, mas sabrosa, mas trabajada solo para una ocasión especial; si deberíamos celebrar la vida cada día?. Es que ¿a caso no somos nosotros mismos tan especiales que nos merecemos sentarnos a la mesa como reyes y no esperar solo a tener invitados?.


Para los antiguos griegos y romanos la comida era uno de los placeres que más nos acercaba a los dioses; en casi todas las culturas se celebraban los triunfos o los acontecimientos importantes con una gran comida con todo lo mejor (bodas, victorias, coronaciones, etc), el resto del tiempo solo bastaba con alimentarse. En una época donde los congelados y enlatados brillaban por su ausencia, la preparación de un festín para festejar y alegrar a los cercanos era un lujo que pocos podían darse. Hoy por hoy, y gracias a la globalización (algo bueno tenía que tener) podemos con muy poco presupuesto y muchas ganas e imaginación tener nuestros propios festines en compañía de nuestras familias (y todos y cada uno de los días).


Uso la palabra imaginación porque como un compositor o un artista el Chef debe recrear en su mente el sabor, el aroma, las texturas, la presentación y hasta la emoción de cada plato que prepara antes de hacerlo. Conocer el sabor de cada producto por separado, el matiz de cada especie que usa y como esta influye en su comida y la hace especial (el dulzor de la hierbabuena o el buqué intenso del orégano en el paladar) las combinaciones en el gusto de las carnes y las guarniciones; en especial el uso de las frutas y el agridulce de la comida del Caribe con sus combinaciones magistrales con el coco, la piña, las uvas pasas, el mango, el plátano macho y las hojas de su árbol, etc. En Venezuela como en el resto de los países que compartimos el Mar Caribe (pero también la selva amazónica) nuestras comidas se nutren de la cultura de tres razas: la europea mediterránea, la africana y la autóctona aborigen, obligando a un mestizaje no solo genético sino también de sabores, formas y presentaciones culinarias increíbles.


Los invitamos a que dejen salir el artista que hay en cada uno de nosotros y se preparen a descubrir un mundo fantástico y único: el de la cocina creativa y sabrosa. Abrir la mente y el paladar a nuevos sabores y combinaciones y con ellos a la preparación de tus propios platos gourmet.  

martes, 17 de enero de 2012

La comida entra por la vista!





Comer para Recordar

Si hay algo que nos hace evocar épocas, sitios, momentos y hasta personas, eso es la comida. Pero no cualquier comida. Sino esa comida que hace que queramos volver, que nos sintamos como en casa o que nos hace ser feliz por un momento mientras nuestro cuerpo se nutre de esos alimentos y nuestra alma se alimenta de esos recuerdos. Pero también está la comida que crea esos recuerdos, que es compartida y disfrutada por pocos o muchos y que hace que ese encuentro sea memorable, como las comidas en casa de las abuelas, o en el parque con los amigos, la playa o esa ocasión romántica que nos compromete con la vida, las celebraciones y los reencuentros. 


Con esa filosofía creamos nuestra marca URBINS GOURMET, con la tradición de la gastronomía venezolana y caribeña, pero con la mezcla de la cocina mediterránea e internacional creando un concepto nuevo que aspira elevar (en un aspecto mas creativo) una nueva cocina evocadora. Queremos que muchas personas se den la oportunidad de descubrir y dejarse sorprender por estas recetas y productos concebidos artesanalmente, con la experiencia de las recetas de la familia y la vanguardia de una cocina creativa y moderna. 


Mi nombre es Armando Urbina Simanca, Chef de oficio y publicista/productor de profesión. Le debo a mi madre el amor a la cocina tradicional, al buen comer y al disfrutar de tener comensales a los que sorprender cada día. Aun recuerdo mi primer plato gourmet que prepare a los 8 o 9 años: "Pollo a las Uvas en salsa de Vino Blanco". Hasta el nombre me gustó cuando lo leí en aquella revista. Mi madre me enseño lo maravilloso que era cocinar para otros (y para ti mismo) y ver sus caras de felicidad, de gozo y la alegría que provoca una buena comida. Aunque no lo llegue a probar, el éxito que tuvo el plato con mi tía Silvia a la cabeza ese día fue rotundo. Así se abría para mi este mundo fantástico que es la comida gourmet.Luego me deje sorprender por sabores muy ajenos a mi y al país donde nací con la sibarita de mi tía Agnerys y los extraños platos que preparaba los fines de semana de entrañables juegos de cartas, aprendí a comer alcachofas,caviar y pare de contar. Cada  exquisitez me preparaba para descubrir un mundo tan infinito como el universo y tan universal como el pan.


Ahora que estoy lejos de mi entrañable país y de su gastronomía, sabiendo que son muchos los compatriotas que andan por estos lares y viendo lo poco que se conoce la riquísima comida venezolana, hemos decidido abrir esta pequeña empresa para que de una forma artesanal poder llevar a muchos hogares nuestros productos y servicios ... déjate sorprender y date la oportunidad de descubrir la cocina creativa o recuerda tu vida "Al norte del sur" con estos sabores:


Cachitos de Jamón - Pastelitos Andinos - Pan de Jamón Navideño - Hallacas - Quiché variados - Tartaleta de frutas - Tequeños de Queso - Cachapas de Jojoto tierno con Queso de Mano - Chupes de Camarones o Gallina - Pizca Andina - Chile de Caraotas (judías) rojas y carne - Reina Pepeada - Empanadas variadas - Mini Lunch - Golfeados mirandinos - Magdalenas y Muffin - Catering para reuniones de amigos o empresas - Chef en Casa.